La responsabilidad es el control interno, que asociado con el compromiso hacia una meta te conecta con las acciones necesarias para lograr la misma. Al hacerse consciente tu responsabilidad en las situaciones que suceden en el día a día, te vuelves capaz de manejar tu vida, pues esta es el resultado de una serie de decisiones personales como tus elecciones, expresadas o no, conscientes o no, y que al final pueden generar consecuencias.
Para crear consciencia sobre tu responsabilidad, debemos realizar en primera instancia los compromisos con nosotros mismos para posteriormente solicitar los de un grupo, un supervisor o una organización.
En las relaciones interpersonales la responsabilidad es compartida, una cuota es mía y la otra cuota de la otra persona, en todo cuanto pase. En casa acción que desarrollamos o dejamos de hacer, debemos centrarnos en nuestra cuota, debido a que tenemos cientos de opciones en la cuales movernos y de esta manera influir en la cuota de la otra persona.
Tomar la responsabilidad por tu propia vida significa ejercitar la habilidad de seleccionar tu respuesta ante cualquier estímulo, esto implica comportarse según tu decisión consciente, basándote en tus valores y no en las condiciones en las que te encuentras, ni mucho menos en justificaciones basadas en tu crianza o genética.
La libertad en la selección de tu respuesta se basa en:
- Auto-conciencia: que te permite diferenciarte de tu estado de ánimo y pensamientos.
- Imaginación: para crear ideas más allá de tu realidad presente.
- Conciencia: para distinguir lo bueno de lo malo.
- Voluntad: para actuar basado en tu auto-conciencia.
Cuando una persona asume su cuota de responsabilidad, la misma es guiada por sus propios valores a diferencia de otras personas, quienes entregan el control de sus decisiones dejando que el comportamiento y opiniones de otros, le digan como debe sentirse.
Al entender esto podrás darte cuenta que nadie puede hacerte sentir mal a menos que tu así lo permitas
Sin embargo, esta verdad no es fácil de aceptar, sobretodo si estas acostumbrado a echarle la culpa a los demás o entes externos por tus problemas (por ejemplo la mala suerte).
Una vez que admitas que estas donde estas por las decisiones que has tomado, podrás entonces declarar: “decido ser o hacer algo distinto mañana“